¿De qué material están hechas las minas de los lápices y colores?

Seguro que en toda tu vida habrás escrito muchísimas veces con un lápiz. Como suele pasar con otros objetos de uso diario, los solemos tener muy presentes en nuestras vidas, pero existen detalles sobre cómo están fabricados o cómo funcionan que no conocemos. En este caso, ¿sabes de qué están hechas sus minas? Por defecto, la respuesta es de grafito y arcilla, pero en este blog te vamos a explicar mucho más.

El núcleo del lápiz es la barra de grafito mezclada con grasa y arcilla y sus proporciones variarán dependiendo del uso que le queramos dar al lápiz. Esta barra de grafito va encapsulada en un cilindro de madera, con detalles de diseño dependiendo de la marca del lápiz. Podemos encontrarlos lisos, hexagonales e incluso modelos más trabajados en el caso de los portaminas. En caso de que queramos minas con colores, se añadirá colorante a la arcilla.

Proceso de fabricación

El proceso de fabricación empieza mezclando el polvo de grafito con la arcilla. Los dos componentes están molidos de manera muy fina. Luego, se le agrega agua y se les da la forma de mina alargada, aunque aún quedan algunos pasos antes de recubrirlas.

Este proceso sigue sumergiendo a las minas en aceite o cera fundida, la cual se filtra en los agujeros de la barra de grafito y arcilla. Este paso se sigue para lograr una escritura más lisa. Llegando ya al proceso final de la fabricación de un lápiz, las minas se colocan en las piezas de madera a las que se les da la forma típica de un lápiz. Luego, se dan los últimos toques como pintar y barnizar los lápices. Aunque, como bien hemos comentado al inicio, dependiendo de la marca y del propósito que se le quiera dar al lápiz, este proceso tendrá un acabado distinto.

Tipos de minas

En el paso final de la mina del lápiz también influirá si lo que queremos es que realice trazos claros (mayor dureza), o si queremos que las líneas que dibujemos sean más oscuras (minas más blandas).

Esta mayor o menor dureza dependerá de la mezcla de arcilla y grafito que se hace al principio del proceso de elaboración de las minas. Cuanto más grafito usemos, el resultado final será más blando; Mientras que, cuanta más arcilla usemos, el trazo será más claro.

Es probable que mientras leías esto, habrás pensado en ¿y las que utilizamos con los portaminas? El proceso será igual, pero, lógicamente, no se harán los últimos pasos de recubrir con la madera.

Los profesionales que trabajan habitualmente con lápices promocionales (diseñadores, dibujantes, etc.) sabrán bien cómo distinguir qué tipo de mina tiene cada modelo. Nos referimos a las letras H, F y la B (las cuales podremos encontrar muchas veces combinadas) y números.

Si no eres un profesional, ahora te explicaremos qué significan estas combinaciones alfanuméricas.

La H se refiere a una mina dura (en inglés: hard). Cuanto mayor sea el número, mayor dureza tendrá la mina; Generalmente por encima de 4 o 5 ya suelen ser para usos muy específicos.

La B se destina a las minas blandas. Cabe recordar qué referencia cromática es, ya que estos lápices dibujaran trazos de un color más intenso. El número más estándar es el 2, y como hemos comentado anteriormente, las cifras mayores están pensadas para trabajos más concretos. Aparte, las minas blandas no suelen encontrarse para portaminas, ya que se romperían con más facilidad.

Siguiendo nos encontramos con la F (en inglés: fine). Se trata de un punto intermedio entre las dos letras anteriores, pero es complicado de encontrar en las tiendas y solo se reserva para trabajos más profesionales.

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